Drama
techniques: Developing Self-Expression, communication and social skills for all
students
Durante los días 24 al 29 de febrero
tuvo lugar la movilidad Eramus a Florecia, para realizar el curso “Drama
techniques: Developing self-expresion, communication and social skills for all
students.
Este curso presenta el
teatro como una herramienta de aprendizaje, así como de desarrollo emocional,
social y comunicativo desde una perspectiva práctica, holística, creativa,
expresiva y motivadora. A continuación, paso a describir lo que se llevó a cabo
en cada día:
Día
1: Conocimiento del yo y el descubrimiento de la confianza:
¿Y
si fueras un títere al que le cortan los hilos?
Iniciarnos en este curso
supuso reconocer nuestro cuerpo y nuestro ser en un espacio de libertad y
movimiento, así como una toma de conciencia sobre cómo nos presentamos ante los
demás y de cómo sentimos nuestro nombre (algo muy curioso ¿verdad? pero, desde
este primer día, fuimos descubriendo con asombro, con la ayuda de nuestro querido
profesor Stefano, cómo se siente un
nombre, que no es lo mismo que decir que tenemos un nombre, y nos percatamos de que nos olvidamos de él, aunque
sea una palabra que escuchamos a diario).
En este primer día bailamos como
un títere al que le dan su libertad (pero aún no sabe cómo usarla), intentamos
mirar el mundo como si fuera la primera vez (pero descubrimos que teníamos la
vista muy cansada), paseamos por todas las calles del mundo y vimos cómo
cambiábamos en cada una de ellas, nos presentamos a los demás mostrando todos
nuestros yoes, recordamos la historia de nuestro nombre, y empezamos a escarbar
un poco más para interesarnos por el otro, al tiempo que nos abrimos a los
demás.
Día
2: Cómo se crea la energía inicial de un grupo.
El
espíritu de los Ninja poseyó nuestro cuerpo y creamos bolas de energía que se
hacían cada vez más poderosas, fuertes, sensacionales, extraordinarias…vamos,
un absurdo al completo, pero las risas y las carcajadas fueron el combustible
que inició el proceso de creación de energía que todas las personas necesitan
para convertirse en grupo.
Inimaginablemente, con movimientos ligeros y
al son del Vals de las flores de Tchaikovsky, experimentamos de la forma más
simple y clara posible la identificación de un líder. Por fortuna, en grupos creados por la
amabilidad de un buen profesor y alimentados por la risa, los únicos líderes
posibles solo pueden ser aquellos que posean la dulzura: María, la portuguesa
con el trasero más vivo e independiente que he visto en mi vida.
Ese
mismo día fuimos intrépidos equilibristas que mostraban sus más valerosas
acrobacias al mundo entero, viajamos al lejano oeste y nos convertimos en los
más osados Cowboys que montaban y adiestraban a sus caballos… (bueno, a veces
no teníamos muy claro quién era quién). De repente, estábamos inmersos en una
lluvia de estrellas dirigidas por una cuerda de insensatos que corrían por el
espacio como gallinas sin cabeza (y sí, salimos vivos de todas estas).
Después de tanto alboroto
llegó uno de los momentos más bonitos de esta experiencia. No te puedo contar
cómo ocurrió, pero si sigues leyendo, y luego cierras tus ojos, a lo mejor te
puedo llevar a un “lugar”: imagina que eres un
pez sumergido en una charca profunda ¿Cómo son los sonidos debajo del agua? Al
fondo, el sonido fuerte y rotundo de una enérgica cascada; a tu alrededor,
diversos seres desplazándose a ritmos diferentes; encima de tu cabeza, pequeñas
gotas caen desde las hojas de los árboles. Ahora imagina que todos ellos cantan
tu nombre, y lo escuchas, como ecos lejanos y cercanos flotando en la
oscuridad. Luego, abre los ojos.
Día
3: La energía en su máxima expresión.
Obviamente,
después de tal máster en danza contemporánea, y de repetir en espejo un par de
movimientos de tus compañeros… ¡Estás absolutamente cualificada, dotada y
preparada para mostrar al mundo entero que ERES LA MEJOR BAILARINA DEL UNIVERSO!
Como
bien se puede observar en las imágenes, mis pobres compañeras no me llegaban ni
a la altura de la cadera, pero… el talento natural es el talento natural:
tendré que aprender a vivir con ello.
Y por supuesto… no hay nada
más óptimo que este ambiente de locura y desenfreno para encontrarnos cara a
cara con uno de los seres más inocente, desvergonzado, tierno, humilde,
descarado y valiente: el payaso.
Nunca pensé que un día fuera
a desear encontrar entre el desorden ordenado de los cajones de mi armario una
nariz de payaso… y ahora estoy en la búsqueda y captura de una, con la
esperanza de ser capaz de sacarla y ponérmela en innumerables momentos de mi
vida.
Día
4: La voz.
¿Has
estado en una cafetería repleta de gente, cada uno riendo, llorando, mirando un
partido de futbol…? ¡Menudo caos! Pues ya te digo yo que eso también lo
consiguen tres personas juntas leyendo un texto de Shakespeare en clase de
Stefano… En menos de 10 minutos fuimos los reporteros del mundial futbol, cantantes
líricos, dimos una misa que ni el Papa mismo puede imaginar y dejamos toda la
libertad posible a la sensualidad. En fin, llevamos el “ser o no ser” a la máxima expresión (Shakespeare estaría muy
orgulloso de nosotros al escucharnos la parte de ¿Qué es mejor para el alma, sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos,
o levantarse en armas contra el océano del mal, y oponerse a él y que así cesen? Leyéndola
cual misa, o con la emoción de un comentarista de futbol cuando se mete un gol).
Ese mismo día, nos
transformamos en personajes que nos han acompañado desde nuestra infancia:
Alicia en el país de las maravillas, Caperucita Roja, Robin Hood, etc.
Día5:
Recogemos nuestro premio.
Después
de cuatro días de trabajo duro, ya estábamos listos para mostrar todas nuestras
dotes teatrales; y por supuesto, nos despedimos haciendo muchos juegos. Ahora
éramos nosotros los que enseñábamos al pobre Stefano.
Nuestras
compañeras de Portugal nos enseñaron cómo defender nuestro territorio frente a
una tribu de furiosos guerreros (estuvimos a la altura del haka Maorí), mis dos
catalanes nos convirtieron en un gigante David de Miguel Ángel que paseaba por
las calles de Florencia con cuidado de no aplastar a los pequeños turistas… y
yo, que tenía que aportar un poco de sensatez a esta gente, les invité a que se
golpearan todo el cuerpo con botellas para que recobraran el juicio…y como por
arte de magia, la cordura se fue manifestando en una locura de sonidos
rítmicos…vamos, que nos ven Les Luthiers y lo flipan.
Luego llegó el teatro… fue
una gran sorpresa verme cenando con un galán italiano en el restaurante del
chef Robin Hood (para el que no lo sepa, la cocina es la real pasión de este
héroe). En fin, toda una cena romántica en Florencia, ¿qué más se puede pedir?...
¡Un premio!
Para terminar, Stefano nos
entregó nuestro pequeño Óscar por ser los mejores actores y actrices de la
habitación de la academia: todo un honor.
El momento de la despedida
llegó acompañada de unas copitas de vino portugués, muchos abrazos y los mejores
deseos para un profesor maravilloso, que ganó nuestro corazón.